JURÍDICA SISTÉMICA

La filosofía de Bert Hellinger
aplicada al campo jurídico.
Por la Dra. Cristina Llaguno


Los efectos de la aplicación de la filosofía de los Órdenes del
Amor en un área donde culpa, dolo, castigo, responsabilidad,
justicia reparatoria se encuentran en permanente interacción.

Se trata de un nuevo método y enfoque fenomenológico-filosófico que abre perspectivas hasta ahora desconocidas en la percepción de conflictos legales y subyacentes entre las partes que litigan y llevan sus diferencias al ámbito jurídico con el fin de resolver su necesidad de justicia, colocando nuevamente en sus manos la responsabilidad de sus decisiones y consecuencias.

La primera presentación pública que realicé de una constelación aplicada al campo jurídico fue en marzo de 2005, en el Centro Bert Hellinger de Argentina. Ese día, asistieron al Centro compañeros de formación en constelaciones, colegas abogados y mediadores, y amigos interesados en conocer un poco más acerca del trabajo con constelaciones.

Luego de la presentación de estilo, uno de los trabajos que se solicitó para constelarse refería a un despido y a la sensación de “intensa injusticia” que vivenciaba el cliente.

Hace 25 años que soy abogada y desde hace más de un año había incorporado a las entrevistas individuales con mis clientes, en el estudio jurídico, el trabajo con palitos de madera y plantillas de papel, tetralema e imagen sana, con excelentes resultados;
También en mis sesiones de mediación ofrecía entrevistas individuales a las partes, con sus letrados, donde las acompañaba en la observación de:

  • El conflicto que mantenían en el marco de un Todo mayor.
  • Las dinámicas entre ellos que no podían percibir.
  • Las repercusiones que se producían, algunas observables y otras impensadas.


Estas observaciones resultaron –y continúan siendo- muy positivas y se traducen, por ejemplo, en la reducción del número de sesiones en las mediaciones en las que intervengo, el arribo a soluciones creativas por parte de los clientes, la percepción de las diferencias que ya no se vivencian ni piensan como inconciliables, y por sobretodo en una toma de decisión responsable de los clientes, que los lleva a cumplir en el tiempo con los compromisos asumidos en los acuerdos que suscriben.

Indirectamente esto redunda, por un lado, en una disminución de la cantidad de casos que ingresan para ser resueltos ante la justicia y, por el otro, en el hecho de que las partes recomiendan a otros clientes, estableciéndose así una mayor circulación de consultas y casos.

Animada por esta experiencia de trabajo individual y a pesar de tratarse de una supervisión de las características mencionadas, me aventuré a desarrollar en público la constelación que mencioné, con la intervención de algunas personas presentes como representantes.

La Constelación

El caso constelado fue el de un hombre que había recibido, hacía menos de un mes, un telegrama de despido. Se desempeñaba en una empresa como gerente desde hacía 14 años. (Según las leyes vigentes en el fuero laboral argentino, existe la posibilidad de ser despedido con o sin causa y esto genera, en principio, que se pueda o no recibir una indemnización).

En la situación planteada, luego de 14 años de trabajo, la empresa lo despedía y no lo indemnizaba.

El cliente se encontraba muy movilizado y en la entrevista realicé dos o tres preguntas acerca de la empresa y sus tareas, con el objetivo que se relajara y de poder acceder a una percepción clara de cuáles eran los representantes que necesitábamos constelar para comenzar el trabajo.

Olvidé completamente que estaba en la supervisión en vivo y de pronto fue muy nítido en mi interior que debíamos configurar la constelación con un representante para la empresa y otros para el abogado de la empresa, el cliente y su abogado y para el conciliador laboral, que intervenía en esa etapa del pleito entre las partes.
Rápidamente se observó el escaso interés del conciliador laboral, quien manifiesta apuro en finalizar la etapa procesal y tomaba esta situación como una obligación rutinaria y un trámite más. Además, se percibía tensión entre la empresa y el gerente despedido. Los abogados se observaban como midiendo fuerzas: ambos se situaban al lado de sus clientes y manifestaban encontrarse “a la espera”. Algo resonó en mi interior cuando el abogado de la empresa dijo: “esto no tiene que ver con la empresa ni conmigo”.

Al ingresar nuevamente al campo de información de la constelación, percibí que en el representante del cliente existía enojo y luego afloró dolor hacia la empresa pero también agradecimiento. La primera frase que pude pedirle que dijera fue: “gracias por lo que he recibido”, y el representante agregó “tengo dos tesoros”. Presté atención a estas palabras ya que en apariencia nada tenían que ver con el caso planteado y observé cómo el representante del cliente inclinaba su cabeza ante la empresa. Tenía los ojos húmedos.

Miré al cliente en su silla y le pregunté si esto tenía sentido para él –también estaba visiblemente emocionado- y me dijo que sí. Explicó que el dueño de la empresa era su suegro, que desde antes de casarse con la hija del dueño se desempeñaba en la compañía y que su esposa había interpuesto una demanda de divorcio y, a raíz de esta situación, él había perdido su trabajo. Que tenía dos hijos, dos tesoros, con esta mujer.


Finalmente, de una manera respetuosa y luego de un breve intercambio de frases, el representante del cliente y de la empresa se abrazaron y volvieron a tomar distancia. Mientras tanto, fueron colocados en la constelación dos recursos y una meta y el representante del cliente quedó vuelto francamente hacia ellos.

Y en ese instante di por finalizada la constelación.

En esta constelación se observaron en los representantes comportamientos, actitudes, estilos de confrontación: por ejemplo, cómo era el acompañamiento de los abogados hacia sus clientes (el de la empresa decía que la empresa debía trabajar para él –y en cierta forma es así- ya que la empresa le suministra los casos en los que interviene); el del cliente, colocándose a su izquierda, prestándole un servicio y manteniendo una distancia respetuosa cuando se produjo el diálogo personal entre la empresa (el suegro del cliente) y el representante del cliente; la actitud del conciliador laboral, sin interés en las partes ni en el tema, apremiado por continuar su trabajo con otro caso y el conflicto subyacente al legal, que es hacia donde miro cuando trabajo en este tipo de constelaciones.

Lo subyacente

El conflicto legal es, en la mayoría de los casos, la consecuencia de varias situaciones vividas anteriormente por las partes, que no llegaron a clarificarse y –que a falta de recursos y herramientas- buscan ayuda en terceros: los abogados y finalmente en la justicia, aplicada por los jueces. Las partes ignoran que la justicia que esperan a veces, aún con una sentencia a su favor, no les hará sentir mejor, ni triunfadores, ya que están en juego en este campo jurídico, los conceptos de órdenes arcaicos, desarrollados por Bert Hellinger, que deben ser respetados y honrados.

Luego de haber transcurrido un año de la Constelación que realizamos, las partes –cliente y empresa- no arribaron a un acuerdo conciliatorio, y el cliente inició en sede judicial un juicio por despido reclamando el pago de su indemnización. En paralelo, aceptó que mientras dure el juicio laboral, su esposa perciba de la empresa –que adeuda un monto importante en concepto de indemnización, el que se encuentra en discusión- la cuota fijada en concepto de alimentos para los hijos menores en el juicio de divorcio.

Encontraron una solución creativa que fue aceptada tanto por el juzgado de familia que intervino, como por la empresa y su abogado. La relación entre las partes en conflicto también mejoró sensiblemente una vez que el cliente percibió las implicaciones del mismo para sus hijos menores.

Alternativas creativas.

Muchas veces he pensado que la mejor parte del ejercicio profesional de la abogacía es la posibilidad que tengo, como abogada, de mostrarles a mis clientes otras alternativas creativas que vamos creando juntos y acompañarlos en el camino de la solución que adoptan.

La primera herramienta que ofrece el abogado a su cliente es una escucha atenta lo más neutral posible. La segunda es el análisis del caso y sus propuestas de solución legal y una capacidad de espera con respecto al tiempo que requiere su cliente para optar por las vías posibles.

El cliente es el que sabe lo que necesita, cuando tiene la posibilidad de conocer las herramientas de las que dispone. Acompañarlo en su recorrido por las opciones desde una posición de compromiso y no desde la directiva y desde “lo que se debe y hay que hacer”, es un rol que se logra no sólo recibiéndose de abogado sino a partir de la experiencia profesional y el trabajo personal.

La formación en Constelaciones Familiares y Soluciones Sistémicas me ha mostrado cómo ser una mejor profesional, y antes que eso una mejor persona, y ha beneficiado también a mis clientes. Cada vez son menos los casos jurídicos que requieren acudir a la justicia para que dirima quién tiene razón en los conflictos en los que soy invitada a intervenir. También en ellos ha mejorado notablemente la relación con los abogados de parte, con el cliente contrario y es posible observar cómo, en cada vez más numerosas ocasiones, el cliente y su contraparte llegan a soluciones conjuntas, equitativas para ambas, cuando han observado los conflictos subyacentes en las relaciones jurídicas.

Desde el 2004 a lo que va del 2006, he trabajado con Constelaciones jurídicas en sesiones individuales: en mediación supervisando mediadores y mediaciones; con jueces que desean observar con constelaciones casos particularmente complejos; con trabajadores sociales; con colegas abogados supervisando sus casos, en la preparación de material sobre Constelaciones jurídicas.

He realizado talleres para mediadores, abogados y auxiliares de la justicia en Capital Federal, en Posadas, Misiones y en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires, y en porto Alegre, Brasil. He recibido invitaciones de Escuelas de Trabajo Social para dar charlas acerca del trabajo d Bert Hellinger y son numerosos los colegas que comienzan a interesarse por esta forma de trabajo.

Las Constelaciones Familiares y las Soluciones Sistémicas propuestas por Bert Hellinger son una contribución creativa a la paz y la reconciliación.